El edificio consta planta sótano destinada a aparcamiento, planta baja porticada y cinco plantas dedicadas a apartamentos, constituyendo el edifico de apartamentos turísticos más grande de Madrid.

El proyecto se plantea como un único edificio de planta abierta. Esto produce a su alrededor distintos ámbitos al aire libre para albergar equipamientos recreativos y deportivos para los usuarios.

En la mencionada planta baja aparecerán como elementos cerrados los núcleos de comunicación, algunas dependencias auxiliares y los locales comerciales que se vuelcan a la fachada este, por donde discurre la principal vía rodada de acceso a la parcela.

La modulación de la planta se plasma también en las fachadas, en las que aparecen únicamente tres tipologías de huecos, dos en los apartamentos y una en las zonas de comunicaciones.